viernes, 17 de julio de 2009

Ana.

No sé por qué te llamas Ana. Habiendo tantos nombres en el mundo, tan diversos, bonitos o churriguerescos, tenías que llamarte así. Tantos librejos de nombres, tantos personajes ridículos de caricatura, tantos protagonistas de noveluchas televiseras. Tantos y tantos pinches nombres de pinches calles, pueblos, ciudades, países, frutas, colores, olores, mitos, leyendas, cuentos, fábulas, poemas, canciones, sonidos, sabores, sentimientos. Tanta mierda en este mundo y tú te llamas Ana.
Tenías que llamarte Ana, claro.
Mi abuelo se casó con una Ana. Parieron por parto natural otra Ana. La cual tuvo, en medio de su rebeldía, una hija que se llamó Ana. La Ana por parto natural hija de mi abuela (la Ana casada con mi abuelo), tuvo un hermano. Ese hermano, casualmente, se casó con una psicoanalista. Se llamaba Ana. La Ana psicoanalista y el hermano de la Ana por parto natural (hija de la Ana esposa de mi abuelo) contrajeron nupcias. Su primogénito, ergo, primogénita, se llamó Ana. La primogénita Ana (Hija de la Ana psicoanalista y el hermano de la Ana por parto natural, que a su vez era hija de la Ana que se casó con mi abuelo) creció, muy guapa por cierto, y plaf. Que se embaraza y se casa. ¿Qué crees? Tuvo una Anita.
Mi mamá, la Ana por parto natural, (hija de la Ana esposa de mi abuelo, cuñada de la Ana psicoanalista, tía de la Ana primogénita, tìa abuela de Anita) está esperando que tenga mi primer hijo, y tal como sus orígenes de la vela perpetua, en silencio reza por que yo le dé una hija, que se llame Ana, el nombre de moda en mi familia, para que combine con su nombre, el de su mamá, de su cuñada, de su sobrina y su nieta.
Llamarse Ana me tiene hasta la madre. Así que de una vez te digo, güerita. O te cambias el nombre o renuncio, que ni creas que enamorarse está en mis prioridades.
¿Te gusta Bárbara? ¿Acaso algo menos ostentoso como María? ¿Lila? ¿A la antigua: Mercedes, Soledad, Consuelo, Socorro? ¿Enriqueta? ¿Martina? Incluso, podrías enjaretarte uno de esos nombres de Hollywood, muy contrastante con tu mexicanísimo apellido. ¿Qué te parece Helena? ¿Meryl? ¿Te parece bien Uma? Tienes cara de Charlize, o tal vez de Angelina.
Yo ya te dije. O te cambias el nombre, o no respondo.

TANTA mierda en este mundo, y tú te pinches llamas Ana.

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